Cada grupo animal viene alimentándose con lo que tiene a su alrededor desde hace millones de años, dando lugar a los grupos actuales. Estos grupos han encontrado lo que necesitaban, los demás que no fueron capaces de conseguir aquello que necesitaban, se extinguieron. Para los que persistimos, sea cual sea nuestro patrón alimentario, es completamente adecuado, en ese lugar y momento.
De la observación, el aprendizaje, la imaginación etc., hemos sabido extraer del medio que nos rodea, lo necesario para obtener aquellos nutrientes, necesarios para cubrir nuestras necesidades fisiológicas.
Los seres humanos estamos extendidos en ambientes muy distintos, tenemos muy dispares formas de alimentarnos, y todas ellas son buenas por haber permitido nuestra existencia.
Los seres humanos aprendemos del entorno un determinado tipo de alimentación, aprendemos a alimentarnos de la manera usual como lo hacen nuestros congéneres en un mismo hábitat, pero los seres humanos tenemos poco tiempo para adaptarnos a diferentes tipos de dietas, la adaptación es del conjunto de una población a una determinada forma de alimentarse. De esto deriva que es difícil cambiar de patrón alimentario sin que se puedan producir perjuicios para la salud, sobre todo si existe un cambio drástico tanto en el tipo, como en la distribución de los alimentos que se toman a lo largo de un día.
Lo normal a lo largo de la historia, debido a la mala comunicación es, que alimentos, gastronomía, y las gentes, permanecieran estáticos en su lugar de origen. Actualmente ha aumentado mucho la oferta alimentaria, no solo existen toda clase de comidas en centros comerciales, restaurantes, etc. , además las gentes viajan más, conocen nuevas culturas, nueva gastronomía etc. Además por si esto fuera poco estamos enormemente influidos por la actual presión publicitaria, la cual nos implanta necesidades nuevas, todo esto puede hacernos variar nuestro patrón alimentario, que es con mucho el mejor para nuestra salud, ya que a él, estamos adaptados.
Hoy en día existe tendencia al regreso a dietas ancestrales, de diferentes culturas, las cuales son extrañas para nosotros, y producen en muchos de nosotros más perjuicios que beneficios.
El desarrollo tecnológico actual, nos lleva a que exista gran abundancia y variedad de alimentos, pero la distribución de estos no es homogénea, por lo que en general en la actualidad, unos comemos poco, otros en exceso, pero la mayoría comemos mal. El comer mal implica no tener una alimentación saludable, la cual, la podemos resumir como aquella que nos permite, no enfermar, estar en el peso justo, es decir ni que sobre, ni que falte, además de que nos permita obtener la energía para realizar nuestra actividad diaria. La alimentación individual es el factor más importante para mantener un correcto estado de salud, de ahí la importancia de realizar una comida saludable.
La alimentación saludable se apoya en lo siguiente:
.- Suficiencia - La dieta a de ser tal, que aporte todos los nutrientes necesarios para cubrir nuestras necesidades fisiológicas. Existen muchos de los nutrientes de los cuales apenas tenemos reservas, o incluso no tenemos por lo que tenemos que suministrarlos de forma continuada.
.- Equilibrada - Las cantidades de nutrientes deben de suministrarse en las cantidades adecuadas. Nos interesa mantener una composición corporal uniforme, cualquier cambio brusco que se produzca no será demasiado bueno.
.- Adecuada - La dieta a de ser adecuada a la situación actual nuestra, adolescente, lactante, niñez, adulto, gestante, etc.
Además de todo esto la dieta ha de ser agradable a quien la consuma, si no es así, acabará por abandonarse por otras dietas más apetecibles, por lo general menos saludables. La dieta además interesa que sea variada, si es así tendremos más seguridad de que se cumplen las recomendaciones, sobre todos de aquellos nutrientes que se necesitan en poca cantidad, pero cuya importancia es grande y su carencia perjudicial.
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